La estadounidense Gwen Jorgensen reafirmó su reputación como una de las mejores triatletas de su generación con una actuación general impecable y un etapa a pie letal que le valió el oro de los Juegos Olímpicos de Río 2016. Tras ubicarse en el grupo líder desde el inicio del evento, Jorgensen dejó atrás a la suiza {exp:tag_this}Nicola Spirig{ /exp:tag_this} en 1 hora 56 minutos y 16 segundos.
Spirig, Campeona Olímpica de Londres 2012, se adjudicó la plata con lo que se convierte en la primera mujer en ganar múltiples medallas olímpicas en el triatlón. En un emocionante sprint por el bronce, la británica Vicky Holland superó a su compatriota, compañera de entrenamiento y de piso Non Stanford. Esta medalla de bronce es la primera que gana Gran Bretaña en un evento olímpico femenino de triatlón.
“Es asombroso lograr en un día lo que deseaste por cuatro años,” dijo Jorgensen. “Es una gran emoción para mi esposo y mi entrenador, ellos me apoyaron más que nadie. Trabajamos juntos, esta medalla les pertenece tanto como a mí. Estuve todo el año esperando el 20 de agosto, quería cruzar la meta y ganar la medalla dorada. Es fabuloso que lo haya logrado.”
La carrera fue un ejemplo de lo lejos que llegó Jorgensen desde sus inicios en el triatlón a través de un programa de reclutamiento en la facultad. Jorgensen salió del agua 11 segundos detrás de las líderes, junto a Spirig, luego pedaleó en un primer pelotón de 18 mujeres a lo largo del circuito técnico y con elevaciones. Si bien corrió junto a Spirig por 8km, en la última vuelta jugó su carta para separarse.
Como vemos muy frecuentemente en la Serie Mundial de Triatlón, la atleta de los EEUU corrió con gran solidez para ganar con un margen de 40 segundos. Este es el segundo mejor tiempo en la historia del evento olímpico, solo superado por Emma Snowsill en Beijing. Jorgensen es la primera mujer de su país en ganar una medalla de oro en el triatlón olímpico, y esta es la primera vez que una ganadora del evento preolímpico, se queda con el oro también al año siguiente.
El evento comenzó con la largada en la playa de Copacabana, primera vez que un evento olímpico comienza con un sprint por la playa hasta entrar al agua. La australiana Emma Moffatt está familiarizada con la arena y usó su fuerza para liderar el ingreso al movido mar. En la primera boya las mujeres se juntaron y la española Carolina Routier guió a la brasileña Pamella Oliveira. Moffatt, Andrea Hewitt (NZL) y Katie Zaferes (USA) estaban detrás, seguidas por Flora Duffy (BER) y Claudia Rivas (MEX).
Para el final de los 19 minutos en el agua, Routier había marcado el ritmo lo suficiente para que se formara una hilera de competidoras, pero todas las favoritas estaban cerca de la punta. En los 15 segundos posteriores a la salida del agua de Routier todas las damas que ya mencionamos y también Non Stanford (GBR), Gwen Jorgensen (USA), Helen Jenkins (GBR), Sarah True (USA), Nicola Spirig (SUI), Vicky Holland (GBR), Erin Densham (AUS), Lisa Norden (SWE), Barbara Riveros (CHI) y Rachel Klamer (NED) pisaron tierra.
En la primera vuelta en bicicleta Non Stanford intent separar a las competidoras, pero pronto fue alcanzada por Vicky Holland (GBR), Nicola Spirig (SUI) y Flora Duffy (BER). Las atletas se turnaron en la punta y aumentaron la marcha pero al final de la segunda vuelta Jorgensen y estaba entre las líderes.
Para la vuelta número dos las líderes eran 18, incluyendo las cuatro medallistas olímpicas - Spirig, Norden, Densham y Moffatt, la actual campeona del mundo Jorgensen, la campeona mundial 2013 Stanford, la medallista de los Juegos del Commonwealth Holland, Zaferes, Klamer y Riveros, y la siempre amenazante Hewitt.
Luego de la segunda vuelta un grupo de cuatro perseguidoras formado por True, Oliveira, Sweetland y Amelie Kretz (CAN) pedaleaban 25 segundos detrás. El tercer pelotón a cargo de Laura Lindemann (GER), Cassandre Beaugrand (FRA), la cuádruple atleta olímpica Ainhoa Murua (ESP) y Helen Jenkins (GBR), se afanaba por disminuir la brecha de 54 segundos, brecha que en la siguiente vuelta era de casi un minute. Los dos grupos de perseguidoras se unieron y continuaron perdiendo terreno a lo largo de los 40km de la etapa hasta que la diferencia llegó a los tres minutos al entrar a la T2.
Entre las líderes, Spirig y Duffy habían intentado presionar la marcha en el pelotón de ciclistas pero a mitad del recorrido el ritmo era estable. Spirig hizo otro movimiento para entrar en la quinta vuelta en solitario. Sin embargo, sus dos intentos no fueron fructíferos. En el segundo fue un poco más exitoso pero al comenzar a subir, Duffy también arremetió para achicar.
Spirig mantuvo un ritmo muy veloz en la bicicleta pero el grupo se mostró en calma para esperar los 10km a pie.
“Me sentí muy bien pedaleando, trabajé mucho en los entrenamientos y sentí que tenía mucha fuerza. Quería cansarlas, por eso siempre estaba acelerando y todas tenían que trabajar. Habría estado bueno poder arremeter. Mi intención era que al dejar las bicicletas las chicas sintieran demasiado cansancio en las piernas y creo que lo conseguí.”
La sudafricana Marie Rabie hizo la mejor transición y comenzó primera la última disciplina, pero pronto fue alcanzada por Jorgensen y Spirig, y en los primeros metros la dupla ya estaba a la cabeza. Jorgensen asumió el control y Spirig se puso inmediatamente detrás. 10m más atrás veíamos a Stanford y Holland corriendo codo a codo, seguidas de Moffatt y Riveros.
Luego de la primera vuelta Jorgensen y Spirig extendieron la diferencia a 16 segundos con respecto a Holland, Stanford, Riveros y Moffatt, pero a mitad de la vuelta dos, Moffatt comenzó a aminorar y poco después Riveros hizo lo mismo.
En la marca de los 5km de la última etapa de la carrera olímpica, Jorgensen y Spirig estaban juntas en la punta. La diferencia entre Stanford y Holland, compañeras de piso y de entrenamiento, era de 23 segundos, y un poco más entre ellas y Riveros y Moffatt.
“Se dio un juego mental porque sé que es una corredora formidable así que traté de sacarla de ritmo,” dijo Spirig.
En la tercera vuelta hubo algunos cambios de posiciones entre Jorgensen y Spirig quienes iniciaron la vuelta final a la par. Sin embargo, Jorgensen puso en juego su marcha letal y pasó al frente cuando faltaban 2km para la meta.
“He sido superada en carreras, fue una carrera excitante. Nicola y yo jugamos un poco, ninguna quería pasar al frente con viento de frente, así que fue más emocionante todavía para el público,” dijo Jorgensen.
En la puja por el bronce, Stanford se había movido al frente en la vuelta final pero finalmente fue Holland la que pisó y recorrió antes la alfombra azul. Esta es la quinta medalla para Gran Bretaña en el triatlón olímpico, pero primera en el evento femenino- las otras cuatro pertenecen a los hermanos Brownlee. De este modo, Gran Bretaña se queda con tres de las seis medallas disputadas en Río, primera vez en que un Comité Olímpico Nacional logra esta hazaña.
“Cuando empecé a correr a pie sentía cansancio en las piernas, y a los cinco kilómetros más o menos, se hizo claro que iba a estar compitiendo por la medalla con mi compañera que también es mi mejor amiga. Una de las dos iba a quedarse con la medalla, la otra la iba a perder, obviamente no había venido para esto, las dos queríamos una medalla. Pero me encanta haber podido llegar tercera y llevar el bronce a casa,” dijo Stanford.
La plata de Spirig fue suficiente para asegurar que Suiza ahora iguale a Gran Bretaña en el medallero olímpico general. Luego de cinco eventos, cada CON tiene dos medallas de oro, una de plata y dos de bronce.
La chilena Bárbara Riveros llegó quinta y fue una de las cuatro atletas que llegaron entre las diez primeras para sus respectivos CONs. Bárbara también se quedó con el mejor resultado de Sudamérica en un Juego Olímpico. Por su parte, Flora Duffy (BER) fue octava, Claudia Rivas (MEX), novena y Rachel Klamer (NED), décima.
La triple atleta olímpica y medallista de bronce de Beijing Emma Moffatt cruzó la meta en sexto lugar. Esta es la primera vez en que Australia no gana medalla en una competencia olímpica. La neozelandesa Andrea Hewitt fue séptima en un año en el que sufrió la trágica pérdida de su novio y entrenador Laurent Vidal.
Sarah True, cuarta en Londres y cuarta en el evento preolímpico, tuvo un final de competencia conmovedor; recomenzó la carrera dos veces en la etapa de ciclismo provocando ruidosos vítores en la multitud antes de verse obligada a abandonar. Ainhoa Murua (ESP), cuarta participación para la atleta, también debió abandonar prematuramente. Murua sufrió una fractura de estrés en su pie antes de la carrera y debió retirarse en la etapa a pie.