El inglés Paul Ryman subió a la cima del podio de la categoría ITU 35-39 y fue coronado campeón mundial, título que llega luego de un largo camino. Esta fue su sexta participación en una Gran Final ITU; el entrenador de triatlón y entrenador personal, ha sido siempre un defensor de la organización de las categorías por edades, por las grandes experiencias que pueden vivir los atletas como él. Ryman había ganado medallas con anterioridad, pero finalmente llegó a la dorada tras años de sacrificio y dedicación. Sin mencionar que esta medalla actúa como trampolín para nuevos desafíos.
“Mi incansable búsqueda de un resultado así, disfrutar de la competencia en este nivel, viajar a destinos increíbles… el camino ha sido asombroso, y aún continúa. Como entrenador ahora más que nunca puedo decir; ‘nunca abandones, continúa trabajando y podrás lograr tus objetivos’. La competencia en categorías por edades es muy motivante y positiva, quiero compartir la experiencia con otra gente.”
Cuando Paul Ryman se inició en el triatlón, el escenario y perfil deportivo en Gran Bretaña era muy distinto al de hoy. Su primera carrera fue local, de distancia sprint en 2006 y su segunda fue un Ironman Nice en 2013. Ahí clasificó para integrar el equipo de GB en el Campeonato Mundial de larga distancia en Almere. “Rápidamente me especialicé en larga distancia y aunque corrí muy mal en Lamere, la primer experiencia como representante de GB en una carrera de categorías de edades fue fabulosa. En ese momento mi meta era hacer una Kona, pero en 2011 decidí volver a la distancia más corta. ¡Puedes decir que hice las cosas al revés!”
Esta decisión llevó a Ryman hasta la Gran Final de Auckland con el Equipo de GB, carrera en la que obtuvo el bronce en la categoría 30-34, gran logro que le dio ese éxito que necesitaba para aspirar y trabajar por convertirse en campeón.
“Ahí me picó el bichito, cuando corrí para Gran Bretaña en un circuito de Gran Final. Auckland 2012 fue mi primera carrera a ese nivel y subí al podio, fue grandioso. Entonces, comenvé a soñar con el título de Campeón Mundial, y continué el camino. En Londres2013 fui tercero otra vez, en Canadá 2014 fui plata, bronce en Chicago 2015, salteé Cozumel, tercero en Rotterdam 2017. Me estaba frustrando no llegar al primer lugar.”
La Gran Final Gold Coast 2018 fue su favorita; lejos de casa, y con un circuito en el que no se sentía cómodo. Paul trabajó duro para nadar con velocidad – después del evento clasificatorio en Eton Dorney – y el Equipo GB confirmó su lugar en Lausana. Por primera vez, Ryan no usó traje de neopreno en la Gran Final por las altas temperaturas, además, la largada fue en aguas profundas, pero ciclista competente, las colinas de Lausana le serían convenientes. Tras salir del agua con 20 segundos de desventaja, presionó y jugó sus cartas. Así, quedó solo, lo que sería decisivo al completar la T2.
“Cuando quieres algo cn toda el alma y lo persigues durante siete años… Lausana fue el día. Mi preparación había sido buena, el circuito era el que esperaba, y recibir la medalla dorada fue un momento de orgullo, de misión cumplida. No lo podía creer, cuando el locutor dijo que era Campeón Mundial y mi esposa dijo entre lágrimas de felicidad: ‘¡Nunca tendremos que hacerlo otra vez!’ ¡Sé que habría perseguido este sueño hasta conseguirlo, no importaba si era a los 85!”
Desde que volvió a su pequeño pueblo de Frome, en el sudoeste de Inglaterra, Ryman ha compartido su experiencia en la Gran Final con los miembros del club local de triatlón en el que es entrenador. “Hemos hecho este camino juntos, sabemos lo que queremos alcanzar, y ellos están felices por mí, lo que te hace sentir muy bien, obviamente. Este es un deporte maravilloso, une a la gente. En un club pequeño como el nuestro, ver a gente hacer su primer 5km o progresar a un Ironman es espectacular y gratificante.”
