Barbara Riveros fue quinta en Río 2016, cruzando la meta detrás de Non Stanford, Vicky Holland, Nicola Spirig y Gwen Jorgensen. Con este resultado, Bárbara logró la mejor actuación olímpica de una atleta chilena desde 1956, cuando Marlene Ahrens ganó la plata en la disciplina de jabalina.
Ahora, la legendaria triatleta de Chile, campeona de los Juegos Panamericanos y única medallista de oro de su país en la Serie Mundial, se dirige a Tokio 2020 para una cuarta participación olímpica. Siempre escuchamos que los atletas olímpicos sueñan con competir en un Juego desde una muy temprana edad. Sin embargo, y debido en parte a la ausencia de modelos olímpicos nacionales femeninos en ese momento, Riveros dice no haber sentido esa necesidad de niña. Pero Bárbara sabe lo que es competir en un Juego Olímpico; lo hizo tres veces, ya despejó sus dudas, se conoció más a sí misma en el camino, y está lista para abrazar esa experiencia única que es representar al país en el máximo escenario mundial.
“La pandemia fue muy desafiante,” dice en una entrevista con el Triatlón Mundial . “Por suerte estaba en Mooloolaba y me quedé ahí, solo estuvimos en cuarentena total por ocho semanas, no me puedo quejar, aunque no hubo competencias. Mi entrenador quería que fuera a Europa, pero se congelaron los rankings así que no tenía sentido viajar hasta allá. Fue difícil seguir sintiendo motivación, es difícil a nivel mental, pero gente como Aaron Royle y Non Stanford estaban ahí también, así que nos motivábamos mutuamente. El solo hecho de hacer sesiones junto a ellos era de ayuda. Tuve que aprender a ser paciente, hago este deporte porque lo amo, y lo redescubrí, exploré cosas de mí y de mis miedos también.”
Riveros se mudó a Australia casi en sus comienzos como triatleta, prácticamente no hablaba inglés, pero sabía que era un paso vital si quería hacer triatlón en el máximo nivel. También se sumó al escuadrón de desarrollo- ahora llamado equipo ASICS del triatlón Mundial. Esas experiencias indudablemente influyeron en sus logros y en la actitud mental que la caracteriza.
“El programa de desarrollo me hizo creer que podía llegar a ser una de las mejores del mundo. Entrenaba con Lisa Norden y traté de absorber todo lo que ella tenía para enseñarme. Siempre estaré agradecida con el programa por lo que hizo por mí. Cambió mi mentalidad y capacidad para sobrevivir como atleta profesional.”
Lanzarse al circuito elite y llegar a los Juegos Olímpicos Beijing 2008 fue una hazaña para alguien que ocho años antes había seguido la carrera de Simon Whitfield en el debut olímpico del triatlón en Sídney. Diez años más tarde, Riveros ganó el oro en ese mismo circuito, frente al Opera House, en el evento de la Serie de Campeonatos Mundiales en Sídney.
“No fui lo suficientemente buena en Beijing, no estuve a la altura. Había clasificado por medio de la Nueva Bandera y recuerdo estar en la Villa Olímpica y entrenar en la piscina junto a Michael Phelps. Fue algo muy especial. Aprendí a ver el contraste entre aquellos que nunca esperaban ganar el oro y aquellos que sí lo esperaban y lo ganaban. Esos atletas vivían los mejores días de sus vidas, y los peores. Fue fascinante. Después me mudé a Australia y me di cuenta de que podía ser muy competitiva. Ser atleta olímpica no había sido mi sueño de niña, pero sí fue el sueño que perseguí después.”
Tokio llegó un año después de lo previsto, y fue difícil entrenar en cuarentena, mantener la motivación y la concentración; Riveros admite que ha tenido dudas con respecto al momento en que llega a este Juego. Sin embargo, las dudas se han evaporado y Bárbara está decidida a lograr su mejor rendimiento en la carrera… esta decisión es todo para ella.
“Es tan especial. Después de Río no estaba 100% segura si quería competir en Tokio, hubo lesiones, dudas personales, la pandemia… Pero es un honor inigualable poder competir en un cuarto Juego. Siento que es importante ser honesta, no se trata de la cantidad de participaciones olímpicas, se trata de participar si se puede, estando en forma, siendo competitiva. Quiero rendir mejor que en Río, pero siendo sincera, quiero dar lo mejor que tenga para dar. Será una carrera veloz, seguramente habrá escapadas, necesito estar bien cerca de las que lo hagan. Cualquiera sea el resultado, debo rendir a mi 100% aunque sea luchando por el último lugar.”