Mehdi Essadiq y Badr Siwane son compañeros de entrenamiento y amigos que comparten una misión: ser el primer triatleta de Marruecos en llegar a los Juegos Olímpicos. Los amigos también comparten vivienda, compiten juntos y se alientan y presionan a lo largo del camino.

Pero como el período de clasificación para Tokio comienza promediando el mes, hay solo una plaza por nueva bandera disponible para uno de estos dos hombres. Y solamente un puesto los separa actualmente en el ranking olímpico. Entrevista completa en la última edición de los podcast del Triatlón Mundial por Apple, Spotify y Google.

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“Es como entrenar con mi hermano,” dice Badr Siwane, “pero es muy bueno. Este fue el primer año que pasamos juntos tanto tiempo en los campamentos de entrenamiento de invierno, y mucho tiempo más en Rabat.”

“Fue el primer año que entrenamos juntos en la recta final y, sí, la pasamos muy bien juntos,” agrega Mehdi Essadiq. “Pienso que nos ayudamos mutuamente, aunque haya una sola plaza para los dos. Podemos olvidarnos de la presión y ayudarnos para mejorar y poder representar a Marruecos en los Juegos de la mejor manera posible. Esa es la meta.”

Essadiq, ocho años mayor que Siwane, estuvo cerca de hacer historia para el triatlón de su país. Los preparativos para Londres 2012 iban bien hasta que un esfuerzo inicial desmedido en Mauricio impactó en su clasificación, mientras que para Río 2016, su colocación en el ranking no alcanzó para que ganara la plaza.

“No necesitaba un resultado espectacular, solo tenía que completar la carrera. Y estaba preparado, había quedado al frente en la mayoría de las carreras. Henri Schoeman estaba ahí en el comienzo y nadé junto a él, y pedaleé con fuerza junto a él también. Y después de 3km a pie me olvidé de todo. Y después de los 9km me desmayé y desperté en el hospital.”

Mientras Siwane ha estado perfeccionándose y trabajando en pos de su primera meta olímpica, Essadiq, considera que esta campaña representa el capítulo final de una carrera deportiva hermosa. “Como triatleta marroquí, es difícil conseguir patrocinadores y vivir del triatlón. Y soy padre, y médico. Creo que será muy complicado poder seguir. Es el destino, ¿sabes? Si Badr me supera, entonces es porque lo merece.”

El más joven de los atletas marroquíes no tiene dudas de que el oro de los Juegos Africanos le da esperanzas reales de cumplir su sueño olímpico y por eso dedica su vida a concretarlo.

“Hubo un momento, un día de septiembre de no recuerdo qué año, mi padre entró a mi cuarto y dijo ‘Okay Badr, ¿cómo sigues ahora, con cuánta dedicación?’ Y le contesté que pensaba entrenar mucho al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente también’. Sigo mi camino pensando en ganar cada carrera en la que me inscribo.”

Es difícil imaginar que dos amigos trabajan y luchan por cumplir la misma meta, pero que solo uno lo podrá lograr. Sin embargo, no hay dudas de que quien quiera que sea que esté en la largada lo tendrá merecido y que representará a su país de la mejor manera, marcando el comienzo de una nueva era para el deporte en África.

“Sabemos que cuando termine la carrera solo uno de nosotros estará muy feliz, y que el otro tendrá un poco de tristeza,” dice Essadiq. Pero nosotros nos apoyamos y ayudamos mutuamente, y realmente queremos lo mejor para cada uno. Dejaremos un legado para el triatlón de Marruecos. Hay un grupo de triatletas que viene detrás.”

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