El canadiense Tyler Mislawchuk estuvo 18 meses a merced de restricciones a viajes e incertidumbre. Ahora, está transitando los últimos preparativos para llegar a Tokio y cumplir su sueño olímpico. El período comenzó en cuarentena en el sótano de la casa de sus padres, y finalizó con más campamentos de entrenamiento que lo planeado, pero después de su última victoria en Huatulco en el mes de junio, todo indica que su estado es el que esperaba.
“No estuve en casa por 14 meses por las restricciones, viví todo ese tiempo con lo que tenía en una maleta. Le dedico mi vida a este deporte,” dijo Mislawchuk luego de la carrera final del período de clasificación olímpica para el cual tenía un plan estratégico diseñado con Matt Sharpe, su compañero en el Equipo de Relevos Mixtos de Canadá. “Planeamos la carrera como queremos hacer la de Tokio; salir al frente, controlar la carrera y un segmento pedestre veloz.”
De ‘dejar el alma’ en Hawaii al calor agobiante de Phoenix, Arizona, los últimos bloques de entrenamiento fueron útiles para que esté listo para los múltiples desafíos del triatlón de Tokio 2020. Se anticipan temperaturas muy altas en el aire y el agua, la humedad será opresiva, el viento soplará en la bahía desde los edificios, y la presión de la mayor carrera de su propia carrera serán factores importantes, pero Tyler llegará a la largada el 26 de julio con la convicción de que se preparó para cada detalle.
“Entrené en Kona por unos cuatro meses, hacía 30 grados cada día, 80% de humedad. Me afeité la cabeza por el calor, pero será perfecto en Tokio. De eso se trató este año; pasamos 10 días aproximadamente en Phoenix, 41 grados Celsius cuando hicimos las sesiones. Así que cuando corrí en Lisboa con 22 grados dije; ‘está helando’, lo que muestra que la aclimatación al calor funcionó de maravilla.”
La Copa Mundo de Lisboa fue la primera carrera del joven de 26 años de Canadá en casi un año. Lamentablemente sufrió una pinchadura, pero se redimió rápidamente con una actuación sublime en México. Recordemos que también triunfó en condiciones de mucho calor en el evento de prueba de Tokio 2019.
“Fui a Tokio sabiendo exactamente lo que quería hacer, pero fue una sorpresa. En Montreal (Mislawchuk ganó el bronce, su primera medalla de la Serie) sufrí cada palmo de la carrera, probablemente es lo máximo que me he tenido que esforzar, pero en Tokio fue como un ensueño, no supe qué estaba pasando en ese sprint final. Unas semanas antes de cada uno de esos dos eventos le dije a mi entrenador ‘estas carreras van a salir bien’. No lo digo muy a menudo, pero por alguna razón fueron las dos carreras en las que sentía que iba a pasar algo especial.”
Y con respecto a sus chances de ganar el oro olímpico, no hay dudas de que su confianza está intacta, gracias en parte a haber ganado el evento de prueba.
“Me estoy preparando mentalmente para confiar en que puedo ganar la carrera, creo que el que no lo hace probablemente no está emocionalmente listo. Si no crees en tu capacidad para lograrlo, nunca lo lograrás. Tokio me sienta bien, soy menudo, rindo bien en el calor. La carrera será dura, y puedes preguntarle a cualquiera, eso cambia la dinámica.”