¿Existe el momento perfecto para retirarse del máximo nivel de competencia de triatlón? Pues parece que Non Stanford puede decir que sí. La Campeona Mundial 2013 cerró otro capítulo de su vida y abrió otro a fines de 2022 cuando pasó a asumir el rol de entrenadora a meses de haber ganado el Campeonato Europeo en Múnich y contribuido para que su equipo ganara la plata de los Juegos de la Mancomunidad en la ciudad en la que todo comenzó para ella: Birmingham.
El Triatlón Mundial se reunió con Non durante la pretemporada en Portugal, para saber más sobre qué significa dejar la alfombra azul y pasar al otro lado del deporte.
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“Comencé mi carrera deportiva en Birmingham, era mi época de estudiante. Realmente fue un círculo perfecto; volver a Birmingham, correr en los Juegos de la Mancomunidad, representar a Gales, ganar esa medalla. Fue perfecto, y el Campeonato Europeo fue como la frutilla del postre. No fui a esa carrera pensando en ganar, fue como un sueño hecho realidad irme con la medalla dorada. Y ese fue el momento perfecto para decir, ‘bueno, muchas gracias’ y dejar con la cabeza en alto.”
La primera tarea de Non Stanford como una de las entrenadoras mujeres del equipo de Alto Rendimiento del Triatlón Británico fue en Monte Gordo en febrero. Aquí fue donde Georgia Taylor-Brown y Samuel Dickinson se prepararon para el gran año que tenían por delante, con París 2024 acercándose a pasos agigantados y el primer período de clasificación culminando en mayo.
“Yo intuía que el fin de mi carrera sería probablemente en 2022 y surgió la vacante de entrenadora asistente en el Centro de Triatlón de Leeds por medio del Triatlón Británico. Pensé que podía aplicar y ver qué pasaba. Fue mi primera entrevista de trabajo, muchos nervios, en el panel había gente conocida, obviamente. Pienso que mi pasión por el entrenamiento viene de querer devolver al deporte lo que el deporte me dio a mí. Tengo tanta suerte, tuve muchas oportunidades gracias al triatlón, y quiero ayudar a que otros realicen sus sueños.”
Non llegó al circuito elite en 2010 y quizás en ese momento no sintió la necesidad de contar con más figuras femeninas a su alrededor, en sus años de formación deportiva. De todos modos, ella no tiene dudas de lo que puede llevar a la mesa del alto rendimiento para esos atletas que quieren brillar en los próximos años.
“Las entrenadoras mujeres están completamente superadas en número por los hombres – estoy en la minoría, pero está bien. Nunca pensé que necesitaba una mujer para entrenar cuando me estaba formando, pero pienso que es grandioso que nos desempeñemos en esa posición, es un valor agregado, especialmente para las triatletas mujeres. Creo que se da un mayor entendimiento de lo que significa ser atleta y mujer, espero poder llevar eso al rol – experiencia de primera mano porque soy triatleta elite y mujer.”
Luego están las relaciones y lazos que se forjaron en el circuito con esos atletas a los que ahora debe entrenar y cuidar. ¿Hay momentos en los que se hace difícil estar a cargo de las sesiones de las que fue parte hasta hace poco?
“Ciertamente no le digo a Georgia lo que tiene que hacer, ella me dice a mí lo que debo hacer yo - ¡eso no ha cambiado! Pero sí, será una dinámica con desafíos, todos tendremos que hacer ajustes. Estoy entrenando a una escuadra en la que estuve hasta hace unos meses, y es un desafío para mí pasar al otro lado, tener otra responsabilidad, un rol diferente. Y es un gran cambio para los atletas también, acostumbrarse a verme en el costado de la pista, fuera de la piscina, y no entrenando con ellos.”