Brad Snyder se adjudicó el oro de la carrera masculina del PTVI y se convirtió en una de las revelaciones de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 . Este es el tercer Juego en el que Brad sube a la cima del podio luego de haber sido medalla dorada en natación en Londres 2012 y Río 2016.
Es para destacar que su primera medalla de oro en la natación de los Juegos Paralímpicos fue doce meses después de que perdiera la vista en una explosión mientras servía en las fuerzas militares de los EEUU. Por este motivo, no es sorprendente que su título en paratriatlón llegue luego de tres años de competencias al máximo nivel, lapso en el que fue oro solamente en el Campeonato de las Américas en Wisconsin a fines de junio.
En el último Podcast del Triatlón Mundial, Brad nos revela cómo logró aceptar la ceguera gracias al deporte, los altibajos de la transición al triatlón y cómo enfrentó los desafíos de Tokio junto a su guía Greg Billington. Puedes acceder al episodio completo en Apple, Google y Spotify.
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“En la mañana de la carrera lo único que quieres es que suene la bocina y comience la competencia. Y eso es lo que hizo que el programa fuera un poco frustrante para nosotros, estar esperando en el salón por tres horas fue una tortura, pero estábamos muy emocionados y ansiosos cuando finalmente llegó el momento de largar.”
La alarma sonó bien temprano, y la espera para las competencias del PTVI fue tensa; último trance en el camino largo hacia Tokio 2020 para el estadounidense Brad Snyder. Brad se cuestionó los motivos que lo llevaban a competir en un tercer Juego Paralímpico en los duros meses del año 2020, pero en la primera mitad de 2021, pudo encontrar fortaleza mental y física y comprender que estaba haciendo lo correcto. Mientras esperaba en el salón para atletas ese sábado a la mañana, se desconectó de preocupaciones y confió en los preparativos meticulosos en los que había trabajado junto a su guía Greg Billington.
“Fue una linda sensación, había otra carrera en curso y pude dejar de preocuparme por mí y pensar en mis compañeros; Alyssa Seely, Hailey Danz, Melissa Stockwell, Jamie Brown y Eric Mcelvenny, en lo que estaban haciendo.”
El trabajo ya estaba hecho, no había necesidad para que volvieran a repasar las tácticas por centésima vez. Ahora era el momento de salir al ruedo y enfrentar lo que viniera.
“Sabes, pienso que lo realmente interesante del triatlón es que tienes esta dicotomía, especialmente en un circuito como el de Tokio, puedes planear todo con anticipación, puedes contar con tus brazadas hacia la primera boya, sabes exactamente dónde están las vueltas en el recorrido en bicicleta, sabes dónde tienes que nutrirte. Pero cada triatleta sabe que siempre hay algo que no esperaba, o que puede no salir. A veces las cosas se dan de manera diferente.”
De hecho, la principal competencia de su carrera fue en la que todo salió casi como lo podría haber planeado.
“No quieres estar pensando ‘¿dónde están las boyas?’, quieres ejecutar tu plan… y estoy feliz de que Tokio fue una de esas carreras en las que todo sale bien. Sabía casi con exactitud dónde estaba la boya antes de llegar. Estaba esperando que Greg me tocara para avisarme, hicimos esas vueltas muy bien.”
Los antecedentes de Brad en natación son una de las claves de su éxito, algo que comparte con el británico Dave Ellis, para quien el desafío de ganar el oro se truncó por un problema mecánico, y así los dos hombres no pudieron enfrentarse en la última etapa de la carrera.
“Contar mis brazadas me ayudó a adaptarme a la natación después de perder la visión. Sé dónde estoy en el andarivel y tengo perspectiva de ritmo. Eso fue de gran ayuda en las aguas abiertas. A veces, aunque la carrera sea corta puedes perderte en tu propio ritmo, pero contar las brazadas me ayuda a saber cuál es mi velocidad y dónde quiero estar.”
Luego de dos competencias de natación en dos Juegos, el atractivo único del triatlón tentó a Brad Snyder.
“Cada circuito de tría es distinto. Pero además, están el clima, las condiciones del agua, todo es tan variable en el triatlón, y no es insustancial, aspectos como la temperatura pueden impactar en tu actuación. Como nadador, la variable del traje de neopreno en Tokio, me llenaba de ansiedad. Pero las áreas de transición eran cortas y jugaron a nuestro favor.
“Es lo que me encanta del triatlón. Corrimos cuatro veces antes de Tokio y cada competencia fue distinta. El desafío está en la preparación física y táctica, pero debes ser flexible el día de la carrera. Estábamos un tanto preocupados por las rampas de salida del agua en Tokio porque se mueven con la marea. Esas cosas pueden cambiar de un momento a otro, y es lo que me apasiona del tría.”
Entrevista completa a continuación.
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