Por Mark Etheridge
Nicholas Quenet de Stellenbosch fue el mejor finalista sudafricano en el reciente tour por Europa llevado a cabo por un grupo de triatletas promisorios de este país.
El grupo, bajo la tutela de Viv Williams y Riana Robertson, participaron de dos eventos, el primero en Holten, Países Bajos, y el segundo en Tiszaujvaros, Hungría.
Quenet junto a su hermana Alex, también atleta estelar, entrena con la atleta olímpica Mari Rabie. Anton, el padre de estos jóvenes, también es triatleta de Springbok.
Nicholas estuvo dos veces entre los diez mejores durante su experiencia europea.
El estudiante de primer año de económicas en la Universidad de Stellenbosch compartió algunos de sus pensamientos con Camino a Río 2016. ‘Comencé como nadador competitivo y fui pasando por todos los niveles de natación. Después, hace dos años, decidí pasar al triatlón, en parte porque no tenía la contextura típica de un nadador de acuerdo a los parámetros al respecto, y en parte por las anécdotas del deporte que me contaba mi padre.
‘Nadé con el club de Maties, pedaleé por mi cuenta, y corrí bajo la guía de Ernie Gruhn [ex entrenador de la atleta olímpica Elana Meyer] que también es mi supervisor de triatlón. Siento pasión por el triatlón porque es un deporte que siempre me mantiene en vilo, siempre hay espacio para mejorar el rendimiento. Esta búsqueda continua por la carrera “perfecta” me mantiene en marcha.’
Quenet pasó a resumir las dos carreras.
Holten, Países Bajos
‘Fue mi primera carrera internacional y no sabía qué esperar, pero confiaba en mi capacidad, sabía que había hecho un bloque de entrenamiento sólido en los EEUU. La carrera iba a ser rápida y brutal por la cantidad de triatletas de ley que competía, como ex campeones europeos y nacionales. Se pronosticaban lloviznas y viento fuerte, usaríamos traje de neopreno- que no es ideal para los nadadores fuertes porque hace que sea más fácil para los más inseguros en el agua.
La etapa fue difícil desde la largada, desde que dejamos el pontón y nos metimos en el agua que estaba congelada con otros 75 triatletas motivados para ganar. Me las ingenié para ubicarme tercero antes de la primera boya, pero no fue fácil porque todos querían ubicarse bien. Al salir del agua vi que se había abierto una brecha importante y se estaba formando un grupo líder de 10-15. La transición fue rápida y nos hicimos camino por Holten, el pueblo por donde recorreríamos dos vueltas técnicas, incluida una subida fea y un par de calles adoquinad. Como el camino estaba húmedo todo se hacía más difícil. Me acomodé en el pelotón, me sentía cómodo hasta la última colina donde un ciclista perdió el control de los frenos y se me tiró encima, casi me saca del circuito. Esto fue decisivo porque en este momento se producía una arremetida y por el accidente perdí contacto con el pelotón. Faltando tres kilómetros para la transición supe que no todo estaba perdido y traté de limitar las pérdidas y entrar a la transición rápidamente. Al salir de la T2 sentía que tenía energía en las piernas, sabía que dependía de mí, tenía que estar entre los 10 primeros. La parte a pie fue dura, pero esa energía en las piernas jugó a mi favor y conseguí pasar a seis competidores y ponerme octavo. Nunca lo hubiera esperado’
Final en Tiszaujvaros, Hungría
‘Esta vez el circuito fue diferente al de la semifinal que había ganado el día anterior. Me sentía más nervioso que pero sabía que era un honor estar en la final, una buena oportunidad. Me sentí cómodo en el agua y logré ubicarme bien en la bicicleta. Por desgracia, muchos desobedecieron el reglamento en las esquinas y eso hizo que quedara al final del pelotón. Sabía que esa posición no me servía si quería tener alguna chance. Al ingresar a la T2 mi colocación no era buena pero a pie adelanté y me metí en el primer grupo de ocho. Después quedamos seis, pero en la última vuelta sentí el efecto de haberme esforzado tanto al comienzo de la etapa y en la semi final. Fui sexto, sé que tengo posibilidades de llegar al podio y esto me motiva a entrenar más para futuras carreras.’
En resumen, Quenet continuará su carrera con motivación extra. ‘Europa fue una experiencia especial, tengo muy buenos recuerdos. Una mención aparte para nuestros dos directores, Viv Williams y Riana Robertson por su sabiduría y pasión por el deporte que supieron pasar a todo el equipo y para TSA que financió nuestro tour. Un gran tour con un gran grupo de triatletas. Solo puedo desear más experiencias como esta.’
Foto cortesía de Anton Quenet
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