La temperatura aumentó y había un clima de tensión en el público de Brasilia, cuando Miguel Hidalgo pudo finalmente deleitarlo con un brillante primer triunfo en Copa Mundo en la capital de su nación.

Las cosas no fueron nada fáciles para el atleta de 23 años. Los 1500m de natación no salieron como estaba planeado y se tropezó en la salida de la T1, para recuperarse inmediatamente y transitar a toda máquina los 40km en bicicleta. Calambres en el estómago en los 10km a pie, pero finalmente, el brasileño logró superar a Antonio Serrat Seoane y ser oro. El español Serrat fue segundo y el canadiense Charles Paquet tercero, ganando su primera medalla en este nivel.

“Fue una gran emoción, la gente me alentó y presionó en esa última vuelta,” dijo Hidalgo. “Tuve algunos problemas en el estómago en la segunda mitad de la carrera a pie, pero pude encontrar energía y fuerza para ganar. Es indescriptible. No estuve en control, y en la última vuelta pensé que no llegaba al podio. Creo que Antonio aminoró un poco y entonces fui por la carrera cuando faltaba 1.5km. No lo puedo creer, ahora quiero disfrutar de este podio.”

Cambio de liderazgo en los 1500m a nado

Los atletas largaron desde la playa y se zambulleron como delfín en las aguas menos profundas. Los 47 hombres lucharon por un espacio y una buena línea hacia la primera boya bajo un viento que se intensificó por momentos.

El italiano Alessio Crociani aprovechó el viento de cola al máximo, Paquet y Matthew Wright (BAR) se posicionaron bien junto a David Castro Fajardo (ESP) y Alois Knabl (AUT).

Hidalgo pasó al frente en la boya final, pero Crociani salió del agua antes que el brasileño y ¡Martin Demuth; Tjebbe Kaind y Knabl formaron un trío de austríacos en la salida del agua.

Los tres y Crociani quedaron a salvo del pelotón numeroso que trataba de organizarse detrás, pero no hubo intención de escapar, y catorce ciclistas se juntaron en la primera de las seis vueltas.

El grupo líder es obligado a responder

Sergio Baxter Cabrera atacaba en las secciones técnicas, y la brecha que los separaba de la persecución – que incluía a Gaspar Riveros, Diego Moya, Tyler Smith y Jason West – era de 50 segundos después de dos vueltas.

A mitad del recorrido sobre dos ruedas la diferencia bajó a 30 segundos, y eso fue lo que necesitaba Crociani para jugar su carta. La arremetida no perduró y nadie fue con él. Así, los líderes pasaron por la transición por última vez.

Hidalgo encuentra el ritmo

Hidalgo hizo una T2 más fluida. El brasileño salió primero pero fue alcanzado por Serrat que iba con Paquet. Baxter se encontró solo después de que Crisanto Grajales (MEX) lo adelantara, Knabl iba a 33 segundos de la punta y Manoel Messias (BRA) no pudo encontrar su habitual fuerza pedestre con lo que se retrasó un minuto.

El estadounidense West, especialista en la distancia media que regresa al circuito, se iba adelantando y acercando a Baxter junto con Michele Sarzilla (ITA), pero al frente, todo indicaba que el podio ya estaba formado.

Hidalgo vs Serrat vs Paquet por las medallas

Luego de un juego táctico y mental, Paquet fue el primero en rezagarse, luego Serrat se despegó y ganó tiempo sobre Hidalgo.

Hidalgo nunca lo dejó alejarse y cuando llegaron a la subida final, el brasileño pudo atacar. Cuando se pusieron hombro a hombro, Serrat se abatió e Hidalgo aceleró para disfrutar de los vítores.

Serrat llegó para la plata y Paquet ganó el bronce. Grajales fue cuarto y Jason West, quinto.
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“Tuve que luchar con Hidalgo, traté de pasarlo en la última vuelta, pero el me persiguió y no pude igualarlo. Estoy satisfecho con este resultado,” dijo Serrat. “Traté de que el grupo trabajara en conjunto y que atacáramos, pero en la última vuelta se dio una brecha y después corrí bien. Es un circuito difícil para escaparse y fue difícil vencer a Miguel en su país. Tuve una sensación similar en Pontevedra y me siento feliz por él, es muy especial.”

“Tuve un gran día, honestamente,” dijo Charles Paquet. “Me quedé muy satisfecho con mi etapa de natación y de algún modo quedé entre los primeros cinco, y después hubo mucho viento cuando pedaleábamos, así que íbamos muy lento o muy rápido. Después corrí tan rápido como pude y los demás me obligaron a presionar. Pude mantener el ritmo hasta el final. Tuve mucho calor, como todos, quizás como vine hace unos días, me acostumbré al calor y eso estuvo muy bien para mí.”