Hay momentos que son definitorios en la carrera de un atleta, momentos en los que finalmente, cada pieza encaja en su lugar. Las largas sesiones de entrenamiento, los días de ejercitación agotadora, cada gota de sudor finalmente rinden sus frutos.
En 2016, el sudafricano Henri Schoeman no solo tuvo uno de esos momentos… si no dos.
En los Juegos Olímpicos de Río 2016, Schoeman ganó la medalla de bronce en su debut como atleta olímpico. Luego cimentó su rendimiento con su primer triunfo en la SMT, precisamente en la Gran Final de Cozumel. Schoeman alcanzó sus dos logros deportivos más importantes en un mes, y así llegó a un nuevo nivel que seguramente querrá superar en la actual temporada.
Schoeman comenzó a competir como atleta elite en 2011, tras un par de meses en los rankings juveniles. El sudafricano llega al tría desde la natación, y desde que lo adoptara, pudimos comprobar su excelencia en esa disciplina. Eventualmente, se forjó la reputación de ser la gran amenaza en el agua, y en las carreras se hizo común ver al Vereeniging, nativo de Sudáfrica, estar entre los líderes en la carrera hacia la T1.
“Es grandioso poder destacarse y hacerse conocido por manejar un aspecto del triatlón. Vengo de la natación y por eso no fue sorpresa que me convirtiera en uno de los nadadores más veloces del circuito.”
In Rio, Schoeman knew that he would have to use his swift swimming abilities to once again perform well and be one of the top men out of the water if he wanted a fighting chance to get on the podium. So it was no mistake that he ended up selecting his beach start position next to the Brownlee brothers, Alistair and Jonny, who he knew would also be strong in the swim.
Esta característica estratégica rindió frutos y salió del agua en el séptimo lugar y se sumó al primer pelotón en bicicleta que eventualmente lo posicionó bien para la carrera a pie, llevándolo hasta el bronce olímpico.
“No podría sentirme más orgullosos de Río. Los Juegos eran todo para mí, además de que ganar una medalla era mi sueño.”
Para Schoeman, concretar su sueño olímpico podría haber sido suficiente, podría haber terminado su temporada con este gran logro en su haber. Pero consciente de que la temporada de la SMT todavía no había concluido, se enfocó en la Gran Final de Cozumel, que los recibiría en unas pocas semanas.
Nuevamente Schoeman ganó ventaja con su marca registrada y salió del agua en la quinta colocación. Se ubicó en el pelotón líder en la etapa en bicicleta y así llegó hasta la etapa pedestre. Y como en Río, volvió a subir al podio, pero esta vez para recibir la medalla de oro. Esta victoria también lo ayudó a ubicarse cuarto en el ranking mundial general.
“Algunos días todavía siento que fue algo irreal. Ganar una medalla olímpica fue mi mayor sueño durante muchísimo tiempo. Hay muy pocas palabras para poder describir lo que sentí entonces y lo que siento ahora.
Las dos carreras presentaron desafíos e impactaron en mi experiencia. Ahora estoy más decidido que nunca a no dejar pasar este momento.”
Schoeman alcanzó nuevas metas en su carrera en 2016. Y mientras que siempre ha sido admirado por su habilidad en el circuito, algunas diferencias contribuyeron al éxito en el final de su temporada.
“Trabajo duro. He trabajado tanto tantos años, primero como nadador y en estos últimos seis años, como triatleta. Estaba esperando por este momento, por el punto de inflexión. Sabía que podía llegar a ser de los mejores de este deporte, pero me seguía faltando algo en las carreras. Por eso no podría haber llegado en un momento mejor; los Juegos … y después la Gran Final.”
Y ahora que empieza la nueva temporada, junto a su nueva reputación y a la atención que esto despierta en su marca y su nación, Schoeman está listo para enfrentar el año 2017 con nuevas metas y ambiciones.
“Todavía puedo mejorar mucho. Esa es mi meta, continuar perfeccionándome para ser lo mejor posible. Quiero subir a más podios de la Serie, y mejorar mi lugar en el ranking.”
Fuera de temporada, Schoeman trabajó mucho para mantener su nuevo nivel y poder capitalizarlo en la nueva temporada. Y la primera Copa Mundo del año es en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, frente a sus compatriotas, oportunidad perfecta para demostrar que puede rendir como los mejores del circuito.
“Comencé lentamente. Luego de algunos meses de estar entre las nubes tuve un bajón. Pero también me mantuve ocupado, viajé mucho. Desde que empezó el año las cosas se aceleraron e hice algunas sesiones arduas, así que estoy esperando la apertura de la temporada en Ciudad del Cabo. Es ideal empezar con una Copa Mundo. No hay mejor motivación para entrenar más y ganar estado que empezar a competir junto con la nueva temporada. Es mi obligación dar todo y bien frente a mis compatriotas.”
Ahora que lo vimos recibir una medalla olímpica y luego el oro de la SMT, veremos qué tiene Schoeman para nosotros en esta nueva temporada (aparte de su nuevo color de pelo platinado).
”¡Esperen verme entre los primeros hasta la meta!”