El podcast de esta semana del Triatlón Mundial nos lleva a los inicios de nuestro deporte, a Nueva Zelanda y Australia, cruza a Niza y Hawaii y al primer Campeonato Mundial ITU en Avignon hace 30. En esa carrera, Erin Baker era favorita. Erin venía de Nueva Zelanda, y representaba la fortaleza, principios y determinación del triatlón de los primeros años; se había convertido en una de las estrellas indiscutidas del deporte.

Pero además de la fanfarria alrededor del evento de Avignon, también se podía sentir la presión.

“Fue impresionante en muchos sentidos,” dice Baker, “no solo porque fue el primer campeonato mundial oficial de la ITU si no también porque era en Francia. Le Coq Sportif me había apoyado por cinco años, sentía mucha presión.”

Los vídeos de TriathlonLIVE que muestran a Baker tomando la cinta con sus Aviator y una mirada de acero reflejan tanto su alivio por haber ganado como su enfoque distinto hacia el deporte en general.

“Siempre fue un negocio para mí. Así que sentí que había hecho mi trabajo bien. Gané para mi patrocinador, gané para Nueva Zelanda y, “¡por suerte, se terminó!’ Había una atleta de los EEUU, Jan Ripple, y recuerdo que pensaba ¿qué hace todavía junto a mí? Cuando pedaleábamos? Y después corrimos juntas por unos kilómetros y yo pensaba ‘¡no tendrías que estar conmigo a esta altura!’”

Baker admite que le debe mucho a sus patrocinadores porque la ayudaron a desarrollar una carrera deportiva viable, y quienes nunca le dieron la espalda a una campeona rebelde que raramente se atuvo a lo convencional.

“Se dice que el deporte y la política no se mezclan, pero mi madre instaló en mí una idea diametralmente opuesta. A veces no competía, y los patrocinadores deben haber pensado “¿qué diablos está haciendo?” Un año no fui a Niza porque los premios no iban a ser iguales para mujeres y hombres, probablemente ni siquiera me daba cuenta que el patrocinador tranquilamente me podría haber abandonado.”

Baker tiene sentimientos encontrados hacia las redes sociales, algo que no le interesa, pero que sabe se ha convertido en clave para los atletas de hoy, que pueden crear un perfil, desarrollar una marca, mostrar sus patrocinadores e interactuar con sus seguidores. Sin embargo, hay algo de lo que está segura cuando se trata de los me gusta en Twitter y Facebook – si hace 30 años hubiera tenido redes sociales, su carrera brillante podría haber sido diferente.

“Por mi personalidad, me habría metido en problemas en las redes sociales. Todos saben todo ahora. Que me hubieran criticado aún más… no sé cómo lo habría manejado. Ahora es otra parte de ser un atleta, tienes que lidiar con esa parte también, y probablemente habría significado mi fin.”

Entrevista completa en Episodio 6 del podcast del triatlón Mundial en Spotify, Apple y Google.