El joven Alex Yee (23 años) ha recorrido un camino impresionante que lo lleva hasta Tokio 2020. Su talento era incuestionable, aunque era difícil predecir que sería el segundo hombre de Gran Bretaña en el equipo olímpico, superando a Alistair Brownlee. El triunfo en Leeds el mes pasado llegó en el momento justo para confirmar lo que muchos sabían: Yee estaba más que listo para el desafío único que representa una primera participación olímpica.
Quizás fue la manera en que regresó a la competencia luego de un terrible choque en bicicleta en la Copa Mundo Cagliari 2017 lo que marcó el ritmo que tomaría su carrera. Quizás este retorno fue el indicador más claro de que Alex tenía esa fortaleza que se necesita para enfrentar los desafíos más grandes a nivel deportivo.
Después de la colisión contra un poste en Cerdeña, Alex no pudo competir por un año. El impacto lo dejó con un pulmón colapsado y fractura de costillas. La primera carrera en la que participó tras el accidente fue justamente la Copa Mundo Cagliari 2018, pero en esta oportunidad, cruzó la meta en el octavo lugar, gracias en parte a un tramo pedestre en el que fue 20 segundos más veloz que el resto.
Y es precisamente su velocidad a pie la que lo hace una amenaza cuando sale de la T2; la que lo hizo ganar el oro de Ciudad del Cabo en 2019, la plata en Abu Dhabi y eventualmente, el oro de la Serie en Leeds. Y esta velocidad lo convierte en candidato para una medalla olímpica en Tokio 2020.
“He salido de mi zona de confort en muchas carreras, y creo que eso me enseñó a desafiarme a mí mismo. Pienso que es algo que les pasa a muchos atletas. Muchos de mis resultados tienen que ver con la mentalidad con la que llego a la carrera. Somos simples humanos y por supuesto que hay nervios, pero es el triatlón, hacemos lo que amamos.”
Alex enfrentó la competencia de Leeds con gran determinación, quería probarse frente a los seleccionadores que se veían en el dilema de quién acompañaría a Jonny Brownlee en el escuadrón olímpico de Gran Bretaña. También le ofreció la posibilidad de medirse con el hombre a quien había admirado durante tanto tiempo: Alistair Brownlee.
“Londres 2012 fue uno de los primeros Juegos Olímpicos que recuerdo haber seguido con pasión. Fue como una adicción, miraba todos los eventos, estaba frente al televisor todo el tiempo. Uno de los atletas de mi club pedestre había clasificado para los 400m y apareció vistiendo el uniforme de Gran Bretaña, fue inspirador. Los Juegos Olímpicos son el pináculo de nuestro deporte, y ser Campeón Olímpico es lo máximo a lo que puedes aspirar. Siempre ha sido mi meta.”
Yee llegó número 33 en el Evento de Prueba de Tokio en 2019, pero la experiencia puede resultar inigualable para un atleta a quien le gusta estar bien preparado.
“Mi proceso en el día de la carrera es escribir todo en mi diario, mis pensamientos de la carrera, lo que quiero hacer minuto a minuto. Eso me ayuda a llegar a la largada sin tantos nervios. Es maravilloso haber podido correr en el circuito, tiene muchas partes veloces, sectores angostos, el clima será un desafío.”
El evento de prueba de Relevos Mixtos es otra oportunidad para que Yee se vaya de Tokio con una medalla. Su decepción tras haber quedado segundo en la batalla contra el francés Dorian Coninx, y su felicidad al haber dado el oro a su país en el evento de Nottingham hacen que esté preparado para enfrentar el gran día.
“Jess Learmonth va primera y Georgia tercera, Hayden Wilde tiene la segunda posta y Jake Birtwhistle termina. Y yo como reserva, es mi sueño.”