En esta cuarta edición para el triatlón olímpico femenino fuimos testigos de una final cerradísima, en la que el oro y la plata se definieron por primera vez con la foto de llegada. Pero aún hay mucho que relatar de esta carrera de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, por lo que los invitamos a pasar revista a una de las competencias más intrigantes de este año.
El comentario de todos
La increíble foto de la llegada de Nicola Spirig (SUI) y Lisa Norden (SUE) que decidió el primer puesto del evento de triatlón femenino causó revuelo en el Londres olímpico. Luego de que Spirig se estiró sobre la línea de llegada y quedó unos centímetros por delante de Norden, la dupla se convirtió en el centro de conversación, mientras que la foto aparece en diferentes medios de prensa y así recorre el mundo. Erin Densham (AUS) tuvo una actuación brillante, corrió delante de Spirig y Norden durante la mayor parte del tramo pedestre, pero finalmente llegó dos segundos detrás y se adjudicó el bronce.
El conteo de medallas
La medalla de oro de Spirig fue la primera en muchos aspectos. Es la primera medalla de Suiza en los Juegos de Londres 2012, lo que significa que también es la primera medalla de oro para el país. Además, es la cuarta medalla que Suiza gana en la historia olímpica del triatlón, lo que hace que esta nación sea la segunda más premiada en este deporte. La medalla de Norden es la primera para el triatlón de Suecia, y tercera para este país en los Juegos de Londres 2012. Todas las medallas suecas en Londres han sido de plata.
El bronce de Densham constituye la quinta medalla para Australia en los cuatro ciclos de triatlón en los Juegos. Así se suma a sus compatriotas Michellie Jones (2000), Loretta Harrop (2004), Emma Snowsill (2008), y Emma Moffatt (2008) que también obtuvieron medallas olímpicas. Densham admite que tenía en mente esta posibilidad, “Al final se me cruzó por la mente, somos cuatro aquí y hemos ganado una medalla en cada Juego, así que pensé que ahora me tocaba. Y sí, ahora la tengo…”
Un juego de números
La competencia femenina derrumbó algunas de las supersticiones alrededor del triatlón, pero también reforzó otras. El primer mito en caer fue el de la buena suerte para la atleta con el número 34. Este número dio suerte a Emma Snowsill, Susan Williams, y Magali Di Marco, que ganaron medallas en Juegos anteriores. Sin embargo, la buena fortuna no favoreció a Nicky Samuels (NZL), #34 en esta edición, pero que llegó en el trigésimo quinto puesto. El mito del cuarto lugar para los EEUU se fortaleció cuando Sarah Groff (USA) se ubicó en esta posición. De este modo se suma a Joanna Zeiger y Laura Bennett, cada una de las cuales llegó cuarta en Juegos anteriores.
Desafortunadamente para Helen Jenkins, su triunfo en el evento de prueba olímpico Londres 2011 jugó en su contra, tal como ocurriera con cada ganador de eventos de prueba de la historia. Jenkins, esperanza local, finalizó la competencia en quinto lugar. Luego manifestó que ha estado luchando contra una lesión en la rodilla desde la carrera de San Diego.
“Me lesioné después de San Diego, saben cómo he tenido que lidiar con esa lesión. Tuve un equipo maravilloso que me acompañó hasta la largada. No pude prepararme como lo hubiera deseado, no fue el entrenamiento perfecto. Quizás lo hice a un 80%,” dijo Jenkins. “No estaba segura de mi estado para la carrera a pie, hasta el kilómetro 8 mi posición era excelente, luego mis piernas comenzaron a sentir el esfuerzo. La gente fue maravillosa, absolutamente grandiosa. Si no hubiera sido por ellos, habría llegado más atrás. Di todo de mí hoy.”
Los debutantes
Por primera vez, fueron 39 los Comités Olímpicos Nacionales representados en las competencias femeninas y masculinas, esto es tres más que en Beijing. 55 atletas de 30 CONs compitieron en la carrera femenina, se incorporaron tres CONs al circuito. Elizabeth Bravo representó a Ecuador, Mateja Simic a Eslovenia, y Fabienne St Louis a Mauricio. Las tres pertenecen al programa de desarrollo de la ITU, tal como lo fueran Norden, medallista de plata, Barbara Riveros Diaz, Kate Roberts y Flora Duffy.
El efecto del traje de neopreno
Las atletas manifestaron antes de la carrera que el oro se ganaría en el segmento a pie, y podría perderse en el de nado. Esto demostró ser parcialmente verdadero ya que un pelotón de siete se separó y dejó atrás a casi 50 mujeres. El agua fría fue un factor crucial para la transición de la natación a la bicicleta. Si bien los trajes de neopreno pueden ayudar a algunos nadadores, también constituyen un elemento que puede aminorar la transición.
La primera transición fue un punto de inflexión ya que algunas de las integrantes del segundo pelotón en el agua salieron rápidamente y trabajaron para llegar hasta el grupo líder. Mientras tanto, corredoras fuertes como Barbara Riveros Diaz (CHI) y Paula Findlay (CAN), fueron dejadas atrás al comienzo del segmento de ciclismo, lo que disminuyó sus posibilidades de llegar al podio.
La posición de largada fue un elemento importante para el resultado de la natación. Muchas de las atletas mejor rankeadas eligieron sus posiciones hacia el sur del pontón, las más veloces salieron del agua primero por el lado norte. Lucy Hall hizo el mejor tiempo ,18:17, con lo que su ventaja era de cuatro segundos.
Un circuito resbaladizo
La lluvia de la mañana se convirtió en un desafío extra para las atletas que pedalearon a lo largo de las siete vueltas del circuito de 43 kilómetros. El destino de muchas de ellas se echó cuando enfrentaron este tramo técnico, con vueltas y secciones angostas.
La primera en caer fue Pamela Oliveira (BRA). Lo hizo en la primera vuelta, cuando pedaleaba en segundo lugar. Poco después, la medallista de bronce de Beijing Emma Moffatt cayó en el mismo lugar, junto a Annamaria Mazzetti (ITA). Zsofia Kovacs (HUN) también se resbaló sobre el pavimento. El accidente fue el final de la carrera para Moffatt, las demás continuaron.
El par de atletas de Nueva Zelanda formado por Andrea Hewitt y Kate McIlroy lograron el mejor tiempos en este segmento, 1:05.26. Cada una de ellas debió cubrir un déficit de más de un minuto de la etapa de natación, y ambas pedalearon en el grupo líder de 22 ciclistas en las vueltas finales de esta etapa.
Las perseguidoras
Un puñado de favoritas para el oro lucharon por imponerse en el segmento a pie. Entre ellas se encontraban la dos veces atleta olímpica Andrea Hewitt (NZL), la tres veces atleta olímpica Ainhoa Murua (ESP), Sarah Groff (USA), Helen Jenkins (GBR), y por supuesto Spirig, Norden y Densham.
Murua fue la primera en ser superada, luego pasó lo mismo a Groff y Hewitt. Todo indicaba que Groff estaba fuera de contención, pero hacia la mitad de la carrera se puso a dos segundos de Spirig, Norden, Densham y Jenkins. Densham coria con confianza, continuamente desafiando la velocidad de las demás. Pero en los 200 metros finales, Spirig y Norden emprendieron una feroz contienda a lo largo de la recta final.
Spirig ganó y además se quedó con el mejor tramo pedestre del día: 33 minutos, 41 segundos. Norden, Densham, y Anne Haug de Alemania hicieron tiempos pedestres de 33 minutos, 42 segundos.
El día no fue tan bueno para Paula Findlay (CAN). La novata olímpica impresionó al mundo del trialtón en 2011 cuando se adjudicó tres Campeonatos Mundiales de la Serie. Sin embargo, tras una lesión en su cadera, la atleta debía probarse en la distancia olímpica. Findlay dejó el agua entre las últimas y no logró demostrar sus dotes pedestres porque su segmento de ciclismo no fue bueno.
El triatlón masculino de los Juegos Olímpicos de Londres comienza a las 11.30 hora local del martes 7 de agosto. Consulta a qué hora serán las transmisiones en tu país. Para textos e información en vivo conéctate a triathlon.org/live. En Twitter hazlo vía @ITUonline y @triathlonlive.