Momentos para recordar: esperar lo inesperado

En el triatlón debes estar preparado para lo inesperado. Una de las premisas de nuestro deporte es que no hay que dar nada por sentado, sin importar cuán arduo haya sido tu entrenamiento. Este año lo pudimos comprobar en dos carreras cruciales de la Serie Mundial de Campeonatos de Triatlón, y si bien ambas situaciones impredecibles no fueron los mejores momentos de la temporada, sí fueron realmente memorables.

En el Campeonato Mundial por Equipos Mixtos, el choque de Non Stanford  (que dejó un brazo quebrado en el proceso), dejó a Gran Bretaña sin esperanzas de ganar otro campeonato consecutivo. Así, Alemania ganó el título en su tierra para deleite del público local. El dato irónico es que los alemanes habían sufrido lo mismo a manos de los británicos en Estocolmo 2012 cuando Steffen Justus resbaló y dejó a su país sin el primer lugar.

En la carrera femenina de Londres hubo dos situaciones sorpresivas. Primero Anne Haug sufrió un ataque de pánico en el agua y salió 50 segundos detrás de las líderes. Antes de esta carrera, Haug había tenido que superar déficits, pero el de Londres fue demasiado importante por lo que quedó fuera de contención para el podio. Sin embargo, la súper atleta corrió con tenacidad y llegó en una posición que fue suficiente para que se adjudicara el bronce de la serie.

Probablemente la imagen más triste fue la de Gwen Jorgensen , favorita para ganar en Londres y llegar a su primer título mundial de la serie, retirándose de la carrera luego de la primera vuelta en bicicleta. Jorgensen se lastimó y tuvo problemas mecánicos con su bicicleta y a pesar de su intento sobrehumano para alcanzar a sus oponentes, se vio obligada a abandonar la competencia. Sin dudas, la joven estará sedienta de compensar esta situación en 2014.

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