Mejores Momentos: Suiza, Campeona del Mundo por Equipos

El equipo suizo llegó a Des Moines, Iowa, con un equipo relativamente joven para participar en el primer Campeonato del Mundo de Triatlón por Equipos, en el que la experimentada Magali Di Marco, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Sídney, realizó el primer relevo.

Di Marcó puso en marcha al Equipo Suizo con una buena actuación, mientras que el equipo australiano se escapó por medio de Emma Moffatt que había ganado la Copa Élite de Triatlón ITU de Hy-Vee el día anterior.

Ruidi Wild hizo lo propia contra la fuerte oposición en el segundo relevo, pero a pesar de los esfuerzos de Courtney Atkinson a duras penas mantuvieron la venta y la carrera parecía estar más del lado de otras naciones como Canadá y Estados Unidos.

Todo eso cambió en el tercer relevo, la campeona del mundo Sub23 de 2008 pasó por encima de la medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing, en una asombrosa muestra de poderío y fortaleza sobre la bicicleta. Tras salir de la natación a la estela de Snowsill, Rif pasó a poner en práctica su entrenamiento alpino y aumentar la diferencia sobre la triple campeona del mundo antes de la carrera a pie.

La siempre tenaz Snowsill, fue capaz de volver a alcanzar a Ryf en su disciplina más fuerte y las dos dieron el relevo a sus compañeros de equipo en lo que sería un último relevo épico.

El aparentemente desconocido Lukas Salvisberg, todavía Sub23, tendría que verse las caras con Brad Kahlefeldt, campeón de los Juegos de la Commonwealth y medallista de plata de la prueba del Campeonatos del Mundo de Triatlón ITU Dextro Energy de Tongyeong. Pero si el chaval estaba nervioso, no lo demostró. 

Durante la natación, la pareja trabajó unida para asegurase estar por delante del grupo perseguidor, pero en la bicicleta la historia fue diferente, ya que el astuto de Kahlefeldt dejó que Salvisberg hiciese todo el trabajo y de esta manera ahorrase energía para el final.

Tras la transición, quedaba una corta carrera a pie y el juego comenzó. Kahlefeldt atacó repetidamente, descolgándose Salvisberg, antes de que tímidamente intentase intimidar a su rival, pero tras unos gritos de aliento de Ryf, Salvisberg se puso delante como el joven candidato para ganar a unos 400 metros de la meta.

Después de haber consumido toda su energía, Kahlefeldt no pudo responder y el público que esperaba en la línea de meta ver la victoria de los australianos, se quedó sorprendido al ver a Salvisberg llegar en solitario y cruzar la línea de meta en primer lugar.

La celebración de los suizos fue una locura. El champán fluyó, ya que el joven equipo se había dado cuenta que habían derrotado a los australianos, entre los que había dos medallistas Olímpicos en Beijing y entre los que acumulaban cinco medallas de oro. Fue un día para recordar.

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